Una mujer fue detenida por exhibir una serpiente pitón sin permiso y acabó en un centro de detención. Luego se viralizó un video donde agentes fronterizos bajan de un autobús a una abuela sin papeles. El temor a las deportaciones indiscriminadas crece en el sur de Florida.

La colombiana María Valdés Moreno solía recorrer el paseo turístico Ocean Drive, en Miami Beach, con una pitón en torno al cuello. Cobraba 10 dólares a los turistas por tomarse una foto con ella.

Pero no tenía permiso para exhibir públicamente un animal salvaje. En diciembre fue multada por agentes del Servicio de Vida Silvestre de Florida, quienes llamaron a la patrulla fronteriza al encontrar que no tenía documentos.

La serpiente fue confiscada y ahora ella enfrenta su deportación.

El sábado pasado, la Florida Immigrant Coalition (FLIC) publicó en Facebook un video que muestra a dos agentes de la patrulla fronteriza pidiendo documentos en un autobús en Fort Lauderdale. Se llevaron consigo a una jamaiquina indocumentada que viajaba de Orlando a Miami a visitar a un nieto.



"¡Esto es inaceptable! ¡La ciudadanía NO es un requisito para subir a un autobús!", escribió en Facebook la organización de derechos humanos, que luego inició una petición en línea para la liberación de la "abuelita del autobús".

Bajo una lluvia de críticas, los patrulleros explicaron que pueden hacer redadas hasta a 100 millas (160 Km) de una frontera. Florida, como es una península en el sureste de Estados Unidos, está en su totalidad dentro de ese rango.

"Los agentes de la patrulla fronteriza rutinariamente conducen actividades (...) en centros de transporte como parte de un abordaje que busca prevenir que los extranjeros viajen tierra adentro en Estados Unidos", escribió esta semana el servicio de aduanas y protección fronteriza (CBP) en un comunicado.

Todo esto ocurre en un clima enrarecido políticamente, cuando las diferencias en el Congreso sobre el tema migratorio provocaron la parálisis del gobierno el fin de semana pasado.

- Diferencia en las prioridades -

Ambos casos llamaron la atención en Florida porque es inusual que el servicio forestal llame a la patrulla fronteriza por un delito menor que ni siquiera acaba en un arresto. Tampoco es frecuente que los patrulleros aborden autobuses pidiendo papeles, según los activistas.

Pero son signos del cambio de política del presidente Donald Trump, quien eliminó el 25 de enero del año pasado una medida establecida en 2014 por su antecesor, Barack Obama, que ordenaba dar prioridad de deportación a los criminales.

"Estamos viendo una diferencia en las prioridades", dijo Natalia Jaramillo, portavoz en Florida de la ONG de defensa de los inmigrantes We Belong Together. "Sin lugar a dudas el presidente Obama tuvo un récord de deportaciones muy crítico, pero al final él logró sentar unas prioridades que protegieron a ciertas comunidades".

Ahora, en cambio, "estamos viendo personas que tienen órdenes de deportación que las están buscando en sus casas, o que simplemente las arrestan cuando van a su cita con inmigración, que es algo rutinario", comentó a la AFP.